El mantenimiento implica inspecciones regulares tanto en el interior como en el exterior de la red de cableado estructurado, evaluando la calidad y resistencia en los puntos finales y verificando el funcionamiento de los distribuidores intermedios y el equipo principal. Se asegura que todos los componentes estén en buenas condiciones y fijados correctamente para garantizar el funcionamiento adecuado. Además, se realizan pruebas con un analizador de energía eléctrica en cada nodo para asegurar un rendimiento óptimo. Este proceso incluye la actualización de la documentación técnica y planos de la empresa para reflejar los puntos de datos y telefonía actualizados, así como otros componentes utilizados en la transferencia de voz y datos.